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Tratamiento con toxina botulínica/ Bótox

Si le molestan esas pequeñas arrugas que han comenzado a aparecer pero aún no están completamente marcadas, nada mejor que la toxina botulínica (BOTOX ®) para deshacerse de ellas.

La toxina botulínica paraliza los músculos mímicos para tratar o prevenir las arrugas, además de la sudoración excesiva de axilas, pies y manos (hiperhidrosis) y la migraña. BOTOX® es una marca registrada de entre todas las toxinas botulínicas disponibles en el mercado que se usa para los tratamientos ya mencionados.

¿Cómo funciona el tratamiento?

El tratamiento consiste en inyectar mínimas dosis de la toxina en la zona que se quiere tratar usando diminutas agujas. Para ver resultados, el paciente deberá esperar unos pocos días y se mantendrá el efecto de 3 a 6 meses. Los mejores lugares para el tratamiento son el ceño, las patas de gallo y las líneas de la frente aunque otras posibilidades son las líneas de marioneta (alrededor de la boca), la sonrisa gingival (mostrar la encía excesivamente cuando se sonríe) o las arrugas de la barbilla.

A muchos pacientes les preocupa la idea de quedar como si tuvieran una máscara tras el tratamiento pero eso sólo pasa cuando el tratamiento no está bien hecho. La toxina botulínica aplicada por un cirujano plástico con experiencia ayuda a difuminar las arrugas conservando la mímica propia del paciente.

 

Tras someterse al tratamiento, se puede llevar un tratamiento normal intentando evitar el deporte, el ejercicio de alta intensidad o la sauna.

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